llevarte volando
a todo aquel lugar
que tu corazón quisiera.
Pretendía extender mis plumas,
por tí,
a pesar del dolor que causa
cada movimiento
en esta espalda encorvada.
Quería hacerte feliz,
cuando ni siquiera yo sabía
que se sentía al sonreír.
Y es imposible,
-irremediable-
enseñar algo
que nunca has aprendido.
Quizá por eso te alejaste,
por no ser suficiente,
por el daño que te hice,
-irreparable-
por no ser nunca
tu chica afable.
Y en un momento loco,
pero loco de maniatar,
quise saltar para salvarte.
Y salté, para saber si realmente
los ángeles pueden volar,
pero me equivoqué,
ni yo era un ángel,
ni tenía alas.
Está súper bien!�������� Sigue así ��
ResponderEliminarMuchas gracias!
Eliminar